La mancha

Queda cerca del techo, o es el techo mismo.
En invierno tiene algo de toro sin su bravura.
En primavera de sus ojos salen llamas
como si persiguiese a un dios  o  a un torero.
Recién en verano, el toro, se convierte en gato.
Gato que ronronea en madrugada, es mi pecho.
No. No es el miedo.
Es tan solo una mancha, quizás en el techo,
pero también, quizás, sea tu recuerdo al acecho.

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