Amor: espera, llegada y desierto
Te esperaba Como espera el puerto ese barco que encalló muy lejos o el camino las huellas que deja el viento del regreso Te esperaba con un beso adormecido, hasta que la lluvia nació arqueando las distancias y se quedó mojando tu recuerdo en las arenas del olvido. Llegaste. Se abrió mi alma, desterré a los fantasmas y un torbellino de luciérnagas habitó mis días y dejó su velo por un rato el misterio. Se expandió el cielo latiendo al compás del deseo y el puerto vió brillar la llegada de su barco y el camino le abrió sus brazos al regreso y nos sostuvo entre sus manos un dios llamado Encuentro Se mezcla el tiempo y busca refugio en el insomnio de una lágrima. Otra vez te has ido. El universo ha tomado la forma oblicua del adiós Ya no tengo tu nombre para negar este desierto.