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¡Hoy sale el 17!

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Alma calzando dos números menos

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Ven, deja de andar por el borde de la muerte. El olvido no es para siempre, aunque lo desees. No temas llorar, ni  pedir consuelo cuando sea. Nadie te aseguró que la vida es un lecho de rosas. Sabido es que se llora más de lo que se quiere. Y otras tantas se arrepiente de ello, pero no se renuncia.  Todo te demuestra que es un ir hacia delante, jamás hacia atrás, la mañana, el pájaro, la flor, las nubes, la lluvia, el hombre y el amor. La tristeza evita que veas el despertar del cielo, o la marea abrazando tus ansias, alumbrándote.  Miras indiferente,  sin hacer caso a nada. Tienes la soledad como excusa, te calza cual zapato. A pesar  que tu alma es más grande, no te importa  que deba caminar doliendo dos números menos. Por eso, si te miran atentamente y ven tu sufrimiento, si preguntan por él, si te abrazan y te abres, lograrás descalzar tu alma y caminar como debe ser: ¡Libre!

Anoche hablé con él

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Anoche hablé con él. Sus palabras eran las adecuadas Su voz, suave pero vacía. Me dijo que me amaba, respondí que lo sabía. Preferí la mentira a la nada, fingí que le creía. Anoche soñé con él. No me hablaba, su voz era un pájaro que en mi cielo se perdía .

Es otoño y es difícil vencer a la neblina

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Habitados

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C uando la oscuridad viste al tiempo, tenemos por costumbre juntar  las manos. La noche nos cubre con su piel de pantera y habitamos en ella, nos abandonamos. Vamos recolectando sombras, ganas, espacios. Hasta lo intrascendente deja su huella. La soledad explota,  radiante, clara, sin dolor. Debajo de la piel se agita la necesidad de amar También la habitamos, necesidad cubriendo huecos.   Decidimos abordar al deseo, acometerlo, purificarlo Ponerle el cuerpo, haciendo replegar al desasosiego No importa el pasado, el tiempo de ausencia, lo perdido Nos hemos visto mil veces, pero es como si fuese la primera, envueltos en mañanas, habitados de magia, estremecidos...

Ha dejado de ser arroyo esta tristeza mía

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Ha dejado de ser arroyo esta tristeza mía, se ha convertido en río. Corriente abajo, se aleja Quizás no sea tan malo que así suceda, porque en algún momento, llegará al mar y descargará toda la pena que él lleva, desaguará hasta la última gota de mi tristeza se mecerá luego entre mis sueños, me arropará, con su voz de viento y piedra, le cantará a otro tiempo  tiempo nuevo, mujer de ahora, mujer que  ríe y también se aleja...

Voy a buscar tu recuerdo hasta que me toque

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Insistiré, no dejaré de pensarte, te buscaré como a una perla en su ostra hasta tocarte, verte, decirte, provocarte. Que todo hable de ti, hasta el dolor absurdo de quedarme horas,  de pie junto a tu imagen  Saltarás de ella, recostarás tu cabeza en mi almohada y harás que  sueñe con rosas de lado a lado de la cama. Dirás algo imposible de oír, creeré que hablas de amor, que tu cuerpo es de aire, no es ese río marrón que huye. Estás muy cerca, como el ulular de la lechuza en las sombras o las sábanas teñidas con amapolas insurgentes. Colmena festiva es tu recuerdo, amor vivificado, lo sigo como quien sigue hechizado el rastro de la única fuente que puede calmar su sed.