Mis niñas y mujeres:
Entre tantas mujeres que pude ser
Decidí ser presente.
Entre tantas niñas que fui,
Elegí la inocente.
Una tarde como tantas,
Nos miramos frente a frente
La mujer añora la niña
la niña aún busca que despierte.
La mujer reniega de cualquier transformación
La niña, desata en lamentos por desilusión.
No cumplió la mujer con el mundo abierto
Que le prometió
Y la niña pregunta:
¿Dónde está el cosmos al viento
La flor que destina su cáliz
Al suspiro del tiempo?
¿Y qué sucedió con la palabra dicha
La dueña del hálito
Dormido en el regazo del silencio?
¿Porqué no regresa la noción
Impertérrita del amor
Oficiado en el primer intervalo?.
La mujer responde:
“De extrañar se gesta mi vida,
Como de horas cada nuevo día.”
“De metas sin llegadas
Recubro mis fibras
Ya no hablo, ya no canto…”
“Me preguntas por el amor…
Deja que sus exequias
Traigan al fin perdón.”
Decidí ser presente.
Entre tantas niñas que fui,
Elegí la inocente.
Una tarde como tantas,
Nos miramos frente a frente
La mujer añora la niña
la niña aún busca que despierte.
La mujer reniega de cualquier transformación
La niña, desata en lamentos por desilusión.
No cumplió la mujer con el mundo abierto
Que le prometió
Y la niña pregunta:
¿Dónde está el cosmos al viento
La flor que destina su cáliz
Al suspiro del tiempo?
¿Y qué sucedió con la palabra dicha
La dueña del hálito
Dormido en el regazo del silencio?
¿Porqué no regresa la noción
Impertérrita del amor
Oficiado en el primer intervalo?.
La mujer responde:
“De extrañar se gesta mi vida,
Como de horas cada nuevo día.”
“De metas sin llegadas
Recubro mis fibras
Ya no hablo, ya no canto…”
“Me preguntas por el amor…
Deja que sus exequias
Traigan al fin perdón.”
Comentarios
Bonita forma de urgar en el pasado y hacer del tiempo trancurrido un juego de reflexiones.
Ojalá pudiésemos encontrar quiénes somos en la remembranza, para confirmar lo que seremos.
Buena salud a todos.
Tu admirador por siempre.
Julio P.
un abrazo
ricardo montenegro
Seguro, tras sus lamentos llegara la ilusión, el perdón y el amor brillará uniendo las dos en la que ya será.
Un beso, Blas
Niñas idas y queridas.
Lo volveré a leer, es muy, muy profundo.
Saludos.
Silvia
Un abrazo
Carlos Eduardo
Enfrentarte a tus sueños, a tus deseos primarios, a todo lo que pudiste elegir ser, y a lo que sos; sobre todo con esa sencillez.
Verdaderamente envidiable.
En realidad debería haber dicho: ¿Qué DIGNIDAD!
Felicitaciones, Mauro.