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Pájaros
Tu voz y mis hortensias
Hace falta que lluevas en palabras para que vuelva a crecer el encuentro. Que tu voz sea generosa tierra, y que albergue mis silencios viejos. Hace tiempo que los doblo prolijos, hace tiempo que laten a mi abrigo. Por costumbre ya ni los despierto. Quizás tu voz llegue hasta el jardín perdido donde se esconden los "te quiero" nuevos, Así, será pradera lo que hoy es desierto. Y entre los helechos secos de la ausencia...
Comentarios
Un abrazo en la noche.
Un abrazo.
Un abrazo
Cuando se cree que todo está perfecto, que todo se encuentra en su sitio y los recuerdos parecen no hacer mella en el alma, ¡plafff!, una bofetada dura, un golpe seco, una recuerdo ineludible, hace que renazca con más fuerza lo que parecía que la goma de borrar de la resignación había hecho desaparecer.
En cualquier caso, creo que las derrotas de las que proviene la nostalgia si han sido reales: son reales los momentos dichosos pero si han desaparecido son derrotas, son reales los momentos desdichados y en sí ya son una derrota... la derrota de la vida es un mal que o aguantamos o nos hundimos con él.
Creo que hundirse es el último recurso y aguantar una incertidumbre.
La nostalgia hay que quitarla como una espina saca a otra cuando se nos clava en la mano. No dejándola que exista porque siempre existe un remedio contra ella, aunque sea soñado.
Un fuerte abrazo, querida Alicia.