A mi pueblo
Andan las hadas contradiciendo las sombras. Llevan consigo luciérnagas que tiemblan en sus rondas.
No hay amaneceres tristes en mi pueblo, la vida arrincona sus colores y los declara eternos.
Allí el pensamiento se aquieta por un rato y dejan las ideas de señalar conjeturas.
Es el río el que manda y el viento quien adoctrina el rumbo del sortilegio de cada hora.
Se enredan los sueños en el viajar del agua y los pájaros
estremecen la tarde con sus alas.
Cuando regreso a
mi pueblo, descubro sin remordimientos, al silencio jugando a las escondidas con la última luz del día, pregonando (a quien sepa escucharlo), que otra vez el mundo se ha salvado, aunque la noche diga lo contrario.
Comentarios
Feliz tu pueblo de tener una poeta como vos.
Un lugar para visitar, de aquietar el alma y buscar esos colores indelebles.
Abrazos y todo lo mejor para vos
Un abrazo en la noche.
Un fuerte abrazo, querida Alicia.
P.D.:_En efecto, Alicia, he leído tus mensajes y se dirigen al lugar correcto. Sólo falta que pueda responderlos. Depende de las transformaciones en mis conexiones que espero no sean largas. Un beso.
Un abrazo fuerte.
Me dejas un sabor muy dulce con la belleza de tus percepciones versos. De verdad, que es tu blog algo muy reconfortante, como ya te lo dijeron.
Fuerte abrazo!
Me ha encantado leerte, a i me gusta mucho la naturaleza,e s donde soy verdaderamente feliz.
Un beso.
Aunque creo conocerlo por tus palabras.
Tienes un pueblo precioso.
Un abrazo fuerte amiga.
reconozco el atardecer,
cuando se va el día,
hay sentimientos que pueden arder,
hay sentidos que se dejan llevar hasta perecer,
apagándose en las aguas que corren sin querer,
queda flotando una esperanza,
la ilusión de que mañana... vuelva amanecer.
un abrazo andino
el dispensador
para los pensamientos "alicios" del arroyo Barú
Besos.