Dejen de replegarse, de ser sigilosos. Salgan a los campos, liberen a los pájaros, caminen descalzos. Díganse “tengo suerte de haber nacido” ¡Intimen con la vida! Derriben de las plazas, los grotescos bloques de cemento, planten naranjos, durazneros y ciruelos . Que sus veredas sean jardines. Que la miseria quede tras las rejas. Recorran sin temor los viejos sueños. ¡Hagan florecer un tiempo nuevo! "Sofía, hada de las flores" Córdoba
Comentarios
mientras reinen conveniencias,
el mundo se vestirá de urgencias,
que lo dejarán sin consciencia.
un abrazo andino
el dispensador
Me temo que mientras existan tantos intereses mezquinos en el mundo, ese mundial de la bondad seguirá esperando hasta ese hermoso día en el que los seres humanos nos decidamos a hacer "de este maldito infierno un paraíso" como solía decir el ya desaparecido Facundo Cabral.
Poeta, disculpa mi ausencia pero ando enredado con tantas cosas que no me alcanza el tiempo para visitar mis blogs amigos.
Recibe mi abrazo.
Buen domingo.
mariarosa
Quizá cuando la bondad cotice en bolsa..., claro que si eso ocurre, la bondad dejará de ser bondad y será ya otra cosa muy distinta.
Besos
Besos.