No está en nosotros vestir a lo cotidiano de luto… Es más fuerte la esperanza, más fuerte la alegría, más fuerte la necesidad de milagros. Cuando otros descubren el llanto, nosotros atrapamos risas en el aire. Conocemos el sabor del fracaso, pero gozamos de lo nuevo, del viento del norte, del relámpago que surge del cielo, ensombrecido por la tormenta. Evitamos a los prófugos de la vida, a los que huelen a tristeza… Nos nacen como a todos, arrugas en el alma, de tanta lágrima obstinada, pero llevamos lleno el saco de los posibles, sabemos ser felices en noches cerradas. En la tierra estéril nos sabemos semillas, porque somos así, optimistas... Tengan ustedes un excelente fin de semana, les dejo a Liniers para que lo comiencen bien: