En el país de Alicia Abatilli

Si el olvido tiene un corazón que danza entre las ramas de un árbol que no ha muerto, como dejando al descubierto cuánto muerde un nombre que no se dice pero es del viento. Mientras cierro los ojos te imagino, llegando en este sonámbulo febrero y es de luz esta alegría como es de humo tu partida. Dime de qué manera no te espero si estás conmigo aun cuando me pierdo.

Quizás soy alguien que no quiero ser, o  un sueño de mundos sin ventanas, d e habitaciones cerradas que nadie abrirá. La gente camina sin mirarme, s in preguntarse quién soy, ni quiénes son ellos. N o sé qué pasaría si lo descubriesen. No sé si les convendría interesarse por mi pensamiento. O si tendría alguna utilidad para ellos descubrirlo, saber q ue hasta las piedras guardan sus misterios. Tanto andar por la nada, que el destino se parece a  una mancha de humedad en el techo. Defiendo mi verdad, pero no es la de los otros, por eso mi cansancio. Quizás se trata de la misma claridad antes del amanecer, esa que a los moribundos llega y los hermana con las despedidas.   A veces creo que no he vivido nada, todo es irreal, como vivido en sueños, digo. Parece ser que el tener un motivo es parte de la realidad y quienes no lo tienen, mejor no hablen de caminos.  ¿Y a qué pensar en lo que seré? Si ya soy. Quizás no soy lo genial que alguna vez me imaginé, ni marcaré hist

Hace unos días, mi amigo, Luis Madrigal , quien tenía su blog desde 2007, se lo han eliminado, porque le hackearon la cuenta de Gmail, allí  recibió un correo en el que le decían que debía completar unos datos para que no le cierren su cuenta, le requirieron su fecha de nacimiento, clave, etc. Así lo hizo, al instante la mayoría de sus contactos recibieron un correo desde la cuenta de Luis, quien al parecer estaba pasando por una situación económica lamentable y les pedía dinero a cada uno de ellos. Todo fue una estafa, él nunca más pudo hacer uso de su cuenta y lo que es peor, eliminaron su maravilloso blog , en el cual nos regalaba los mejores sonetos y reflexiones: http://luismadrigal.blogspot.com. Por eso, les sugiero, hagan una copia de seguridad de manera periódica de vuestro blog, para quienes no saben cómo hacerlo, pueden encontrar la manera en esta dirección . Hoy recibí en mi cuenta de Gmail, un correo parecido al recibido por Luis, se los dejo textualmente, por si lo

¿Qué hubiera sido de nosotros  si jamás nos hubiéramos cruzado? Pobreza de vida, sentirnos jamás amados. O quizás paz infinita,  sin la ausencia de nuestro lado.   Pero nacimos, según dicen, para encontrarnos y  florecer un amor de otro tiempo, tan profundo y eterno como este dolor. Todo un destino de no olvido  porque mi tren jamás llegó. Y esa lluvia que mojaba las ilusiones de viajar y  vos, hermoso, festivo, acercándote. Lluvia que fue bendición,  tren que hizo bien en no llegar, urgencia que dejó de ser entre tus manos. Desde ese día, nuestro único motivo fue buscarnos, aunque el adiós no escuchó razones a este querer…

¿De qué manera puedo decirte lo que ha nadie he dicho y me entiendas? Deberías leerme lentamente, desvelar cada rincón de mi alma. ¿Cómo decirte que lloro por aquello, que los demás abandonan indiferentes? Imagen de internet Quizás si al dormirme me escucharas, sabrías leer mis sueños en mi frente, dejaría de resistirme  a  tu pregunta y volvería a lucir estrellas  al mirarte. Ten fe. Crecerá la paz entre las sombras y te enviaré luciérnagas mensajeras, ellas sabrán dónde encontrarme...

Entre las cosas dejadas en el olvido, una brilla, fresca y milagrosamente nueva, como si lo demás no existiese. En su perfecta inmunidad al tiempo, huele a lluvia de verano sobre la tierra hambrienta y siembra en mi pecho cuatro letras que al juntarse entre la multitud de otras letras, se distingue claramente la palabra AMOR.

Búscame sin que lo sepa, amor huidizo. Tengo la piel húmeda de espera  y una mordaza que olvidó ser atada. Mi deseo perdió el hábito de asirse a  las sombras que  lo  ocultaba en el olvido Dejo de mostrarme impenetrable. Incendia en mí esta sed de vuelo. La mirada girando en el encuentro y  el aliento acechando lo nuevo. Hay un ángel derrocando mis demonios, i naugurando el amparo de la belleza. No pedí tanto, pero feliz, lo acepto…