De las caricias
No es poca cosa ser una caricia, cualquiera sea ésta: Breve, profunda, limpia, sincera, amante. Caricia de abuelos, de niños, caricias de madre. Caricias que vuelan distraídas, bien intencionadas, Caricias entre las sombras o a pleno día Caricias robadas, caricias ganadas. Caricias que traen más caricias. Caricias del sol de invierno al mediodía. Caricias de la luna y sus tantas rondas… Caricias-mariposas, las de la brisa. Caricias sonrisa, caricias mirada, caricias palabras. Caricias que no discriminan razas, edades o linajes. Caricias que duelen porque señalan despedidas Caricias que conmueven porque son anheladas. Caricias jamás dadas pero tantas veces soñadas. Caricias cosquillas, caricias recuerdo. Caricias consuelo, caricias acierto. Caricias salvadoras, caricias que recobran confianza. Caricias portadoras de vida entre tanta desesperanza. Sí, no es poca cosa ser una caricia…