Nada más que una palabra
Una palabra, nada más una palabra. Una palabra que despierte el día y se coma esta eterna noche. Algo así como un frágil sonido. Que no le haga sombra al alba pero que amanezca en tu voz. Y se cuelgue de la cintura del domingo. Y se suba y se hunda entre mis oídos. Y arrase con todo. Hasta con mis desmentidas. Que no intente huir Se transparente en lo que digo Y con gracia me aliente a beber cada instante Y que vibre en la plenitud de un beso Y sin que me nombres, esa palabra tome forma del mundo en tu sonrisa .