03:47 AM
Hay un nombre que carga en sus hombros la palabra "siempre" y la olvida en mi. Siempre No la guardo para mí, no la quiero, no la creo. Aunque persista quedarse justo entre mis dedos, aunque pretenda habitarme cada vez que me duermo. Por eso apenas si duermo, mejor estar alerta. No me gusta que la luna se quede tan cómoda. Y balancee esa palabra desde mi ventana. Mejor la cierro, a la ventana. Si pudiera, cerraría la luna también. Pero no puedo. Como no puedo evitar que ese nombre se quede dormido en mi almohada y gritando me despierte a las 03:47 AM. Ni un minuto más, ni un minuto menos. Y me invade, como la noche, me invade. Me hace señas, me dice que si me quedo en silencio no volverá a despertarme. Tampoco le creo. No puedo creerle, porque soy quien lo llama, le hago señas, como los árboles en otoño le hacen señas al viento para que se lleve las hojas viejas. Por eso despierto, creo que es el ruido que hace en mí la sorpresa al descubrirme tan plena, ta