Porque no recuerdo tu nombre, por eso no te llegará esta carta. Parece extraño, lo sé, cómo pude olvidar tu nombre sin que jamás se haya ido de mí el recuerdo en el que me refugio cuando busco sobrevivir a una gran pena. Cuando éramos niños, me pediste que si alguna vez publicaba algo de lo que te contaba, te dedicase algo. Ahora lo hago. Sólo se vive una vez dicen por ahí, no sé, quizás algunos necesitamos vivir más de una vez, para aprender lo que es importante de lo que no. Afortunadamente, a pesar de no recordar tu nombre, supiste escribir en mí distracción algo que jamás se borró, yo que estoy llenita de olvidos, contigo no, soy toda paisaje indeleble. Queda una fotografía, escondido entre los demás, ahí estás, te acerco a la luz, como para negar tu ausencia y descubro que no he despertado un solo día sin el deseo de buscarte, pero soy tan indecisa, tan temerosa de que todo sea un espejismo que me invento mil motivos para evitar emp...